Consejos de seguridad para llevar tus baterías portátiles en los aviones
El uso de dispositivos electrónicos está tan extendido que estos aparatos se han convertido en algo indispensable en nuestras vidas. Ya no podemos vivir sin ellos. Ante la mera idea de quedarnos sin batería en el móvil, a la mayoría nos entran sudores fríos. Y más aún si vamos a pasar muchas horas fuera de casa.
Además, cuando nos enfrentamos a un vuelo de larga duración, un portátil o una tableta nos pueden ayudar a pasar mejor el rato. Incluso nos pueden servir para adelantar tareas si viajamos por trabajo. Esto es, si no se quedan sin batería a medio camino.
La solución parece obvia: llevar un power bank en el avión. Sin embargo, nos surgen dudas. ¿Se puede llevar una batería portátil en el avión? ¿Y más de una? ¿Dónde y cómo se debe transportar? ¿Se puede cargar a bordo? ¿Hay que mostrarla antes de embarcar? En este artículo vamos a intentar responder todas estas preguntas y también daremos algunos consejos para evitar problemas de seguridad con la batería externa en el avión.
¿Está permitido llevar un power bank en los aviones?
En pocas palabras: sí que está permitido llevar baterías, ya sea portátil o externa, en los aviones, pero no cualquier batería ni de cualquier manera. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) ha emitido algunas recomendaciones de seguridad, si bien las distintas compañías aéreas pueden aplicarlas de distinto modo. Por eso, te recomendamos que compruebes con tu aerolínea si hay alguna restricción añadida a lo que comentamos a continuación.
En términos generales, cada pasajero puede llevar un máximo de dos baterías portátiles en el avión y tiene que mostrarlas al pasar por el control de seguridad. Como ocurre con cualquier otro dispositivo electrónico, los cargadores portátiles también deben sacarse del equipaje y de sus fundas para pasar por el control de rayos X.
Esto es así porque se pueden llevar baterías recargables en el avión, pero no está permitido llevarlas en el equipaje facturado. De hecho, suponen un problema de seguridad, ya que en la bodega no pueden estar sometidas a vigilancia constante, como sí ocurre en la cabina. De producirse algún fallo técnico (sobrecalentamiento o un cortocircuito, por ejemplo), la batería podría arder y dar lugar a un incendio, con el consiguiente peligro. En la cabina, sin embargo, los auxiliares de vuelo cuentan con medidas de extinción suficientes para atajar el problema nada más iniciarse.
¿Hay alguna restricción sobre el uso de power banks en los aviones?
Aparte de la prohibición de facturar las baterías con el equipaje, hay que tener en cuenta lo siguiente:
La capacidad máxima de la batería: Por lo general, las compañías aéreas suelen referirse a la potencia máxima permitida y lo hacen en términos de vatios consumidos por hora de funcionamiento. Así, la mayoría de las aerolíneas prohíben llevar baterías que consuman más de 100 vatios a la hora (100 Wh). Esta magnitud no siempre aparece en las carcasas de las baterías externas. Más bien, la capacidad suele venir expresada en miliamperios por hora (mAh). Para que no tengas que hacer complicados cálculos, te diremos que 100 Wh equivalen a unos 27.000 mAh. Esta sería la capacidad máxima de cada una de tus baterías si no quieres tener problemas al embarcar. Recuerda que puedes llevar hasta dos.
El modo de transporte: Está prohibido llevar baterías de litio en los aviones dentro del equipaje facturado debido al riesgo de incendio que suponen. Los cargadores portátiles suelen estar fabricados con diversos materiales de litio (normalmente, polímeros o iones) y por eso hay que llevarlos en el equipaje de mano. Además, es conveniente llevarlos en su embalaje original, donde figura la capacidad. Puede que esta información también aparezca grabada en la carcasa, pero no siempre es fácil de leer. En ocasiones, viene escrita en una pegatina, que puede desprenderse y extraviarse.
Cómo llevar un power bank en los aviones
Como te decíamos, lo mejor es llevar la batería externa en su embalaje original, por si el personal del control de seguridad necesita confirmar que tiene la capacidad máxima permitida. Si se trata de un envase muy voluminoso y ocupa demasiado espacio, puedes llevarla en un bolsillo o en una funda protectora. Simplemente, deberás asegurarte de que la capacidad es perfectamente legible.
También conviene tenerla a mano. Ya te hemos explicado anteriormente que las baterías externas deben pasar el control de rayos X por separado y fuera de sus fundas. Nuestra recomendación es llevar este y los demás dispositivos electrónicos que van a ir en la cabina en una bolsa o mochila con compartimentos acolchados especialmente diseñados para este propósito. Además de ir más protegidos, se gana tiempo en los controles de seguridad a la hora de sacarlos y volverlos a guardar.
¿Se pueden cargar los power banks en los aviones?
La mayoría de las aerolíneas sí permiten cargar los bancos de energía portátiles en los aviones. Una vez más, te recomendamos que consultes con la operadora antes de salir (o bien que preguntes a los auxiliares de vuelo), pero no suele haber mayor problema para cargar móviles, tabletas, portátiles o cargadores externos durante el vuelo. Eso sí, deberás esperar a que el avión haya despegado y tendrás que apagar la batería antes de iniciar el aterrizaje. También es buena idea llevarla controlada en todo momento y vigilar que no se calienta en exceso.
Consejos de AirHelp sobre el uso de power banks en los aviones
No poner los aparatos electrónicos en el equipaje facturado.
Los dispositivos electrónicos viajan más seguros en la cabina, donde se pueden mantener vigilados y es más difícil que reciban algún golpe. Si no queda más remedio que poner la cámara, el portátil o la consola en la maleta que se va a facturar, hay que asegurarse bien de que el dispositivo está totalmente apagado, y no se va a encender accidentalmente, por el riesgo que supondría. ¡Cuidado con las aplicaciones que permiten el encendido programado! Además, no deben ir en el mismo bulto junto con sustancias inflamables, como aerosoles o perfumes. Y si van fuera de sus fundas, es mejor que los envuelvas con la ropa para protegerlos de los golpes. Por último, ya te hemos explicado que ciertos aparatos electrónicos, como los cigarrillos electrónicos, las baterías de litio de repuesto o los power banks, no están permitidos en el equipaje facturado. Si te pillan una batería externa en la maleta facturada, no solo la retirarán, sino que seguramente registrarán la maleta exhaustivamente. Si la inspección se demora, es posible que tu maleta deba viajar en otro vuelo, con el consiguiente retraso. Es un problema con el equipaje que te puedes ahorrar.
Elegir un power bank seguro para volar en avión.
Aparte de la capacidad máxima, y teniendo en cuenta el problema de seguridad que puede suponer viajar en avión con una batería externa, no está de más revisar las características técnicas de aquellas que vayamos a llevar. Si tienen protección contra sobrecarga y cortocircuitos, además de poder regular la temperatura, mejor que mejor. También es imprescindible que los cables de alimentación estén en buen estado. Si están dañados o deshilachados, mejor desecharlos.
Elegir el power bank con la capacidad más adecuada.
Aunque la capacidad máxima permitida por dispositivo es de 100 Wh (27.000 mAh, aproximadamente), puede no ser necesaria. Siempre es mejor viajar ligero y las baterías con mayor capacidad de carga suelen ser también las más pesadas y voluminosas. Además, necesitarán más tiempo de recarga. Aquí tienes una fórmula fácil de aplicar para saber de qué es capaz tu cargador portátil. Vamos a suponer que tienes un dispositivo con una batería de 3.200 mAh y que necesitas cargarlo por completo. Si divides esta potencia entre 0.7, verás que necesitarás una batería externa de al menos 4.500 mAh.
Viajar lo más ligero posible.
Si tienes en casa una batería externa ligera y manejable, perfecta para viajar, dale prioridad. Por ejemplo, llevar un power bank de 2.000 mAh en el avión es más que suficiente para no quedarte sin móvil, aunque no puedas cargarlo por completo.
Revisar la normativa antes de hacer el equipaje.
Nunca des por sentado que se puede llevar un power bank en el avión. Los consejos que recoge este artículo están basados en las directrices de la IATA que siguen la mayoría de las aerolíneas. Sin embargo, puede haber operadoras, aeropuertos o países que apliquen criterios más restrictivos.
Elegir el tipo de bolso más adecuado para los dispositivos electrónicos.
Una opción recomendable es la de usar una mochila inteligente, con multitud de bolsillos para llevar tus gadgets protegidos y ordenados. Este tipo de bolso dispone, además, de un puerto USB para cargarlos. Tan solo tienes que hacerte con un power bank para mochila compatible. ¡Y a disfrutar del viaje!
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