Qué provoca el taponamiento y dolor de oídos en el avión y cómo evitarlo
Para algunas personas, volar se puede convertir en una pesadilla porque les duelen los oídos en el avión o nada más aterrizar. No hay una única causa para el dolor de oído al volar en avión. Sin embargo, es común que los cambios de presión provoquen malestar, sensación de presión o taponamiento en los oídos y, en ocasiones, también dolor.
Quienes hayan sufrido dolor de oído al viajar en avión pueden experimentar cierta fobia a volar. Para algunos será fácil buscar otros medios de transporte alternativos, pero no siempre es posible. Para quienes deben desplazarse a menudo por motivos de trabajo, por ejemplo, el avión es la forma más rápida de salvar grandes distancias, así que deben aprender a convivir con este molesto compañero de viaje.
En AirHelp no tenemos soluciones mágicas, como quitar el dolor de oído por avión de todos los vuelos (¡ya nos gustaría!), pero sí podemos ofrecerte algunos consejos útiles para evitarlo o aliviarlo en la medida de lo posible. Este artículo pretende responder a las preguntas más frecuentes de los viajeros aéreos sobre el dolor de oído por presión de un avión que despega o aterriza, tales como qué lo produce, qué personas son más propensas a sufrirlo, si es posible evitarlo y cómo lograrlo.
Porque duelen los oídos en el avión
La principal causa del dolor de oídos y el dolor de cabeza por oído tapado en el avión es la diferencia de presión entre el aire que se encuentra dentro del oído y el de fuera. Cuando un avión asciende o desciende rápidamente, la presión atmosférica en la cabina cambia bruscamente. El mecanismo que utilizan los oídos para adaptarse al cambio de presión no puede actuar con la misma rapidez, sino que necesita un tiempo para compensar la presión del aire dentro del oído. Mientras esto ocurre, el tímpano, la membrana que separa el conducto auditivo del oído medio, puede abultarse hacia dentro o hacia fuera y provocar dolor, aunque la molestia más frecuente es la sensación de taponamiento.
En algunos casos, el oído taponado en el avión va acompañado de la aparición de acúfenos (sensación de oír sonidos que realmente no existen) o de la pérdida temporal de la audición (percepción amortiguada de los sonidos). Estos síntomas pueden durar desde unos segundos hasta varios días.
Estos son los momentos más proclives a provocar malestar en los oídos durante un vuelo:
Dolor de oído al despegar el avión. Durante el despegue, la presión atmosférica que soporta la cabina disminuye a medida que el avión gana altura. Este cambio es demasiado rápido para que los oídos puedan igualar a tiempo la presión del aire que se encuentra en el oído medio con la del que llega al conducto auditivo. El tímpano se abomba hacia el exterior y provoca una sensación dolorosa.
Dolor de oído al descender el avión. A medida que el avión desciende, la presión atmosférica que soporta la cabina aumenta. El aire procedente del conducto auditivo tiene una presión mayor que el que está atrapado en el oído medio y empuja la membrana timpánica hacia el interior, lo que puede resultar doloroso.
Dolor de oído al aterrizar el avión. Cuando la aeronave se aproxima a la pista de aterrizaje, pierde altura rápidamente. Es por eso que los oídos no tienen tiempo suficiente de compensar la presión del aire que se encuentra a ambos lados del tímpano. La sensación de taponamiento, el dolor e incluso la pérdida de audición que se puede llegar a experimentar, de leve a moderada, suelen desaparecer nada más aterrizar.
Dolor de oído después de volar en avión
Es posible que el malestar provocado por los cambios de presión persista tras el vuelo. Si no desaparece el dolor de oído al bajar del avión, ni empieza a remitir en las horas posteriores, conviene consultar al médico por si el tímpano estuviera dañado.
Quién puede sufrir dolor de oídos en el avión
Cualquiera se puede ver afectado por el cambio de presión en los oídos. Sin embargo, hay algunas circunstancias que hacen que estos estén más sensibles. He aquí un listado de las más comunes:
Afecciones óticas, nasales, bucales o sinusales. La boca, la nariz y los senos paranasales están interconectados con los oídos, por lo que un taponamiento, una infección o una inflamación que les afecte puede extenderse también a los oídos. Así pues, no solo las infecciones de oído, las otitis o la acumulación de cerumen pueden causar dolor durante el vuelo: también una sinusitis puede empeorar en el avión y provocar dolor. Del mismo modo, un catarro o una alergia que produzcan obstrucción nasal pueden aumentar la presión en el oído y provocar sensación de taponamiento e incluso malestar. Y tampoco se puede descartar que una infección mandibular causada por un problema dental produzca dolor de oídos.
Abuso de los auriculares. El uso prolongado de auriculares o escuchar música a todo volumen puede producir lesiones en los oídos. Y esto, a su vez, puede derivar en la aparición de dolor durante el vuelo.
Buceo. Los buceadores habituales saben bien que deben prepararse para los cambios de presión durante las inmersiones. Aun así, es posible que alguien que haya buceado en las horas o días previos al vuelo experimente presión en los oídos y dolor de cabeza en el avión o al bajarse de él.
Niños y bebés. Los peques son también los más sensibles y a menudo reaccionan llorando ante el malestar que les producen los cambios de presión en la cabina. Cuando se viaja con niños o bebés, conviene estar preparado, no estresarse y saber qué hacer para ayudarles a calmarse, ya que es fácil sentirse impotente cuando empiezan a llorar sin consuelo. A continuación, ofrecemos consejos y trucos para dolor de oídos en avión que pueden ser particularmente efectivos con los más pequeños.
Trucos para evitar el dolor de oídos en el avión
Aquí te dejamos algunos consejos como medio para evitar dolores de oídos en el avión:
Bostezar: Algunos movimientos de las mandíbulas pueden ayudar a abrir las trompas de Eustaquio. Estos conductos conectan el oído medio con la garganta y su función es mantener el aire de nuestros oídos en la presión adecuada. Los cambios bruscos de presión pueden provocar un estrechamiento de las trompas de Eustaquio, de ahí la sensación de taponamiento que se siente durante el despegue y el aterrizaje. Otras acciones que pueden descongestionarlas son masticar chicle o chupar un caramelo. Si viajas con un bebé, puedes usar el chupete para calmarle y como medio de aliviar el dolor de oídos al viajar en avión.
Beber agua: Los movimientos de la garganta al tragar también tienen la función de ensanchar las trompas de Eustaquio. Es preferible beber agua y evitar el consumo de alcohol o cafeína, ya que, en las cabinas de los aviones, el nivel de humedad ambiental es bajo y por eso conviene hidratarse.
Permanecer despierto durante el despegue y el aterrizaje: Son los momentos en los que la presión cambia más rápidamente. Ser conscientes de las molestias que provocan nos permite actuar nada más producirse el taponamiento. Podemos bostezar, beber agua o meternos un chicle en la boca para aliviar la presión cuanto antes.
Usar un aerosol descongestivo: Los descongestionantes nasales pueden ser especialmente efectivos en caso de catarros o alergias, ya que evitan la aparición de moco que pueda bloquear las trompas de Eustaquio. El aerosol debe aplicarse entre 30 y 60 minutos antes de iniciar el vuelo para darle tiempo a que haga efecto. Si el vuelo es muy largo, podría ser necesario aplicarlo de nuevo antes del aterrizaje. Además, conviene tener en cuenta que el uso prolongado de descongestionantes puede tener un efecto rebote y aumentar la congestión en lugar de reducirla. Si has estado tomando medicamentos descongestivos en los días anteriores al vuelo, puede ser mejor aplazar el viaje. En cualquier caso, consulta con tu médico o farmacéutico.
Usar tapones filtrados: A algunas personas les resulta de ayuda ponerse tapones especiales para regular la presión del aire que llega a los oídos. Tienen un efecto amortiguador que impide que el tímpano se doble. Se pueden encontrar en las farmacias y en las tiendas del aeropuerto. Hay modelos específicos para niños a partir de tres años. Los menores de esa edad pueden recurrir a un pequeño truco: usar vapor de agua para aliviar la presión. Es un descongestionante natural, como los vahos que se han usado toda la vida para descongestionar la nariz. Se puede aplicar poniendo un pañuelo humedecido en agua tibia sobre la oreja.
Sentarse en la parte delantera: Es donde menos se escucha el ruido de los motores. Lo ideal es viajar en primera y, si no se puede, lo más alejado posible de las alas.
Relajarse: El nerviosismo puede incrementar la tensión muscular en el cuello y las mandíbulas, lo que puede empeorar los problemas en los oídos.
Desde AirHelp queremos animarte a que sigas volando, aunque hayas tenido alguna experiencia desagradable con los cambios de presión en el avión. Ahora ya sabes que hay formas de mitigar el taponamiento y el dolor de oídos. Seguro que el próximo vuelo es más agradable.
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