Turbulencias: Recomendaciones para que no te amarguen el vuelo

Sabemos que las turbulencias de los vuelos pueden ser fastidiosas. Las sacudidas que provocan resultan incómodas y a la mayoría nos asustan. Sin embargo, son mucho menos peligrosas de lo que aparentan. 

La mejor forma de afrontarlas y superarlas es conocerlas. Después de todo, la pedagogía es el mejor antídoto contra el miedo. Por eso, queremos explicarte lo que es una turbulencia y cómo hacerle frente. No te prometemos que a partir de ahora disfrutes con los vaivenes, pero creemos que podremos conseguir que no te asusten más que las cancelaciones de vuelos o el overbooking. 

Cuando pensamos en los efectos de una turbulencia en un avión, nos vienen a la cabeza noticias como la del vuelo de Aerolíneas Argentinas que hacía la ruta entre Madrid-Barajas y el aeropuerto bonaerense de Ezeiza en octubre de 2022, donde hubo varios contusionados. O el episodio de turbulencias severas que afectó al Boeing 777-300ER de Singapore Airlines que volaba de Londres-Heathrow a Singapur en mayo de 2024 y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Bangkok. Sin duda, son situaciones extremas que provocan gran congoja y, comprensiblemente, un aumento de la aerofobia entre los pasajeros más sensibles.

Aun así, conviene saber que las turbulencias en los vuelos rara vez producen heridos de consideración. Siempre que se sigan las indicaciones de la tripulación, volar es seguro, incluso en medio de una tormenta o en la proximidad de picos montañosos. Los aparatos están fabricados para resistir estos vaivenes y los pilotos entrenados para manejar estas situaciones.

A continuación, te explicamos qué factores provocan este fenómeno natural, cuántos tipos hay, cuáles son los asientos donde se notan menos las turbulencias en un avión y cómo manejar las emociones para que el miedo no te haga el vuelo insoportable. Nos gustaría que al terminar de leer el artículo considerases los bamboleos y sacudidas un inconveniente más de viajar en avión, no más importantes que los retrasos en los vuelos. 

¿Qué son las turbulencias y a qué se deben?

El mal tiempo, un cambio en la presión atmosférica, la presencia de corrientes de aire, montañas o edificios son algunos de los factores a los que se deben las turbulencias. Por sí mismos, son capaces de provocar alteraciones en el patrón del viento que se perciben de un modo similar al balanceo de un barco zarandeado por las olas. Puedes hacerte una idea de lo que es una turbulencia y el efecto que causa en una aeronave a través de vídeos de aproximaciones a aeropuertos especialmente complicados, como el de Funchal o el de Bilbao cuando el viento sopla fuerte desde el sur. 

Una de las situaciones que más preocupación causa entre los pasajeros es la aparición de ese fenómeno en medio de una tormenta. Estos sistemas meteorológicos pueden generar fuertes corrientes de aire, que, unidas al aparato eléctrico, la lluvia y el viento, se perciben de una manera especialmente aterradora dentro de un avión. 

Es lo que ocurrió en agosto de 2023, cuando un vuelo tuvo que regresar al aeropuerto de Alicante al verse incapaz de aterrizar en Palma en medio de una espectacular tormenta. El pánico cundió entre los pasajeros del vuelo a Mallorca por las turbulencias extremas y las fuertes rachas de viento, que llegaron a superar los 130 km/h. Lo que percibían era una repentina pérdida de altitud, algo así como lo que se siente en una montaña rusa.

Lo más curioso es que esta sensación de caída súbita es más subjetiva que real. Cuando un avión atraviesa una zona con flujos de aire a distintas temperaturas, la fuerza de sustentación de la aeronave disminuye temporalmente. No suele durar más que unos segundos, a menudo milisegundos. Pero la sensación de caer en una especie de pozo es muy aguda.

Por otra parte, las tormentas a las que se deben las turbulencias en los aviones son relativamente fáciles de detectar. A veces incluso se pueden esquivar. Cuando no es posible, al menos hay tiempo de avisar a los pasajeros para que se sienten, se abrochen el cinturón y se mentalicen. 

A pesar de lo impresionantes que son las turbulencias, no suelen entrañar mayor riesgo. Aunque conviene decir que algunas son imprevisibles y, por lo tanto, más susceptibles de darnos un buen susto. Vamos a ver ahora los diferentes tipos y clasificaciones.

¿Cuántas clases de turbulencias hay?

Podemos agrupar los tipos de turbulencias en aviones según la causa que las provoca y la intensidad con que se perciben. Por cierto, ambas cuestiones no tienen porqué estar relacionadas.

Si nos fijamos en la fuerza con que se manifiestan las sacudidas, podemos hablar de:

• Turbulencia leve. Apenas es imperceptible por parte de los pasajeros. 

• Turbulencia moderada. Los pasajeros perciben un movimiento inestable del avión. Es como si, en un coche, dejáramos de transitar por la autopista y empezáramos a desplazarnos por una carretera llena de baches. Lo más aconsejable es permanecer sentado. Normalmente, desaparece en pocos segundos.

• Turbulencia severa. Se percibe como una caída brusca del avión. Los pasajeros que no llevan sus cinturones de seguridad abrochados pueden salir despedidos de sus asientos, por lo general en dirección hacia el techo. Se puede prolongar durante varios minutos.

Si prestamos atención al fenómeno que provoca el cambio de patrón en los flujos de aire, estaremos hablando de:

• Turbulencia convectiva. Es la provocada por las tormentas al encontrarse corrientes de aire cálido cargadas de humedad y energía con otras de aire frío. Es habitual en verano. Puede evitarse, ya que los radares la captan con relativa facilidad.

• Turbulencia de aire claro. Debe su nombre a que se produce en cielos despejados, normalmente por encima de los 15 000 pies de altitud. Es muy difícil de detectar y, por lo tanto, anticiparse a ella. 

• Turbulencia frontal. Se produce cuando el avión se encuentra con un frente frío que se desplaza a gran velocidad. 

• Turbulencia de estela. Cada avión, al pasar, genera remolinos de aire. Estos serán más fuertes y frecuentes cuantas más aviones pasen por el mismo lugar. Es lo que ocurre en las proximidades de los aeropuertos y la razón de que los aviones esperan para despegar, ya que así evitan encontrarse con la estela que dejan los que despegan antes.

¿Dónde se notan menos las turbulencias?

Aunque parezca mentira, hay asientos donde se siente más la turbulencia en un avión y otros donde se nota menos. Las plazas situadas en la parte central, al ser la zona donde se encuentra el centro de gravedad de la aeronave, son las menos afectadas por los vaivenes. 

Además, si te sientas junto a las alas, que es donde se siente menos la turbulencia en un avión, es más fácil que tengas un vuelo tranquilo. Del mismo modo, si vuelas por la noche, es menos probable que el avión se encuentre con remolinos producidos por otros aviones, porque hay menos tráfico aéreo.

¿Dónde se sienten más las turbulencias?

Los pasajeros que van en los asientos de cola son los que más perciben la inestabilidad, aunque esto también depende del tamaño de la aeronave. Cuanto mayor sea, más estable. Cómo se sienten tanto las turbulencias en un avión pequeño, hay viajeros que los evitan, especialmente si son proclives a marearse. 

Otro factor importante es la hora del vuelo. No es que las bolsas de aire se perciban más en determinados horarios. Lo que ocurre es que los vuelos que tienen más turbulencias son los que salen durante el día. Los vuelos nocturnos y los que se programan a primera hora de la mañana están menos expuestos, ya que se benefician de corrientes de aire más suaves.

¿Cómo superar el miedo a las turbulencias?

Sentir inquietud porque hay turbulencias en el avión es perfectamente comprensible, pero de ahí a pensar que las turbulencias pueden hacer caer un avión va un trecho muy largo. Verdaderamente, son un fenómeno más molesto que peligroso.

Es muy poco probable que un avión sufra daños estructurales por esta causa. De hecho, están diseñados para resistir fuerzas bastante más extremas. El principal peligro proviene de nuestro comportamiento durante el vuelo. Ponernos de pie, no ajustarnos el cinturón debidamente o dejar el equipaje de mano en el pasillo o en el asiento vacío de al lado puede resultar peligroso si el avión empieza a agitarse.

Los siguientes consejos son de utilidad en cualquier vuelo, pero mucho más si se presenta algún tipo de turbulencia:

• Obedecer las instrucciones del piloto. Cuando hace un anuncio, hay que mantener silencio, para que todo el mundo pueda escucharlo. Está al mando y no se pueden cuestionar sus decisiones. Si prevé entrar en una zona de turbulencia y nos aconseja sentarnos, hay que hacerle caso. Así evitaremos caídas que nos puedan lastimar a nosotros o a otros pasajeros. 

• Asegurar los objetos. Hay que tener especial cuidado con lo que se deja fuera de los compartimentos superiores, que deben permanecer bien cerrados. Así no saldrá nada disparado en caso de sacudidas. El lugar más seguro para poner nuestras pertenencias es bajo el asiento delantero. Si tenemos comida o bebida sobre la mesa plegable, deberemos sujetarlos firmemente para que no se caigan. 

• Mantener la calma. Saber comportarse durante un vuelo movido es tan importante como superar el miedo a las turbulencias. La tripulación sabe lo que hace y debemos confiar en su profesionalidad. Dejarse llevar por un ataque de pánico solo empeora las cosas, ya que puede contribuir a desatar la histeria entre el resto del pasaje. Escuchar música relajante a través de auriculares con cancelación de ruido puede hacer maravillas. 

Como ves, dejar de volar por temor a encontrarse con bolsas de aire no tiene sentido, porque casi siempre hay turbulencias en los aviones. De hecho, son un fenómeno atmosférico de lo más normal. Más o menos, como las olas en el mar. ¿Acaso renunciarías a un buen chapuzón en la playa para evitar el vaivén de las olas? Seguro que no. Como mucho, puedes reservar tu vuelo en las horas donde se notan menos las turbulencias o evitar sentarte en la cola, que es donde se notan más las turbulencias en un avión.

En ese sentido, puedes volar con la mayor tranquilidad. El resto de las incidencias que te pueden amargar el vuelo, llámense retrasos, cancelaciones o problemas con el equipaje, puedes dejarlos en manos de los expertos de AirHelp. Estos no se asustan por más vueltas y revueltas que den las reclamaciones a las aerolíneas. Tienen los nervios de acero de un piloto en medio de la tormenta y no pierden el rumbo por mucho que se oscurezca el horizonte. ¡Feliz vuelo!

Preguntas frecuentes sobre turbulencias

¿Qué vuelos tienen más turbulencias?

Los vuelos que suelen experimentar más turbulencias son aquellos que atraviesan zonas de tormentas, cerca de grandes cadenas montañosas o sobre áreas con cambios rápidos en la temperatura y la presión atmosférica. También, los vuelos en la fase de despegue y aterrizaje pueden enfrentar turbulencias debido a la interacción con el terreno y los vientos cercanos a la superficie.

¿Cómo se sienten las turbulencias en un avión?

Las turbulencias en un avión se sienten generalmente como sacudidas suaves a moderadas. Pueden variar desde una ligera vibración hasta movimientos más bruscos y repentinos. A menudo, los pasajeros describen el sentir como estar en un automóvil que pasa por un camino con baches.

¿Cómo superar el miedo a las turbulencias?

Superar el miedo a las turbulencias puede implicar entender que son fenómenos normales y seguros en la mayoría de los casos. Mantenerse informado sobre cómo funciona la aviación y hablar con la tripulación puede ayudar a reducir la ansiedad. Además, practicar técnicas de respiración y distracción durante las turbulencias puede ser beneficioso.

¿Las turbulencias pueden hacer caer un avión?

No, las turbulencias no pueden hacer caer un avión. Los aviones están diseñados para soportar una amplia gama de condiciones atmosféricas, incluidas las turbulencias moderadas y severas. Los pilotos están capacitados para maniobrar de manera segura en presencia de turbulencias y seguirán las rutas más seguras para minimizar cualquier inconveniente para los pasajeros.